Cambio Climático

Estudio concluye que macroalgas en la Antártica sobrevivirían a un peor escenario de cambio climático

Investigación del Inach revela que este alimento fundamental de la fauna marina subsistiría frente a un aumento de 6° en la temperatura del mar.

Por: Valentina Mora | Publicado: Martes 9 de febrero de 2021 a las 04:00 hrs.
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Las macroalgas son la base de las cadenas tróficas -del sistema alimentario- en varios ecosistemas marinos, entre ellos el de la Antártica. En esta zona, nueve científicos de las universidades de Playa Ancha (UPLA), Magallanes, Austral de Valdivia, de Santiago de Chile y la University of Plymouth de Reino Unido, estudiaron el potencial de sobrevivencia de las algas de la costa de la península antártica ante futuros incrementos de temperatura asociados al cambio climático.

La investigación financiada por el Instituto Antártico Chileno (Inach), concluyó que si la temperatura del mar subiera 6º, como proyecta el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en el peor de los escenarios, éstas pueden sobrevivir y sobrellevar de buena manera al calentamiento global.

Claudio Sáez, uno de los encargados de la investigación y director del centro Hub Ambiental de la UPLA, señala que el estudio es una buena noticia para los ecosistemas marinos, ya que “las zonas polares son reservorios de aguas ricas en nutrientes para el resto del planeta, por lo que su afectación en términos de biodiversidad puede tener efectos planetarios globales”, y abre la posibilidad de pensar mejor en la adaptación futura al cambio climático.

“Las macroalgas en los medios marinos son el símil a lo que son las plantas terrestres, son la base de las cadenas alimenticias. Ellas son las que hacen la fotosíntesis y sobre ellas hay una infinidad de organismos que dependen de su presencia y abundancia. Esto es muy importante para modelar la estructura de los ecosistemas y especies valiosas desde el punto de vista ecológico y económico”, afirma Sáez.

Los investigadores tomaron muestras de la zona intermareal, es decir, el rango entre la marea más baja y la más alta, de la costa de Punta Artigas, de las tres especies más representativas: macroalgas verdes, rojas y pardas -Monostroma hariotii, Pyropia endiviifolia y Adenocystis utricularis- las que fueron analizadas en el laboratorio.

Durante cinco días un grupo de algas se sometió a 2° C, temperatura promedio en el verano austral actual y otro, a 8° C, considerando un alza de 6º a fines del siglo, según la proyección del IPCC. Sáez indica que se ha comprobado que con dos o tres días ya se pueden predecir comportamientos a largo plazo.

El análisis consideró la medición de algunas variables biológicas. Primero, a nivel fisiológico para evaluar si el organismo estaba en buenas condiciones y saludable, de acuerdo a la función de fotosíntesis. En segundo lugar, se evaluó su estado metabólico, donde se fijaron en la “respuesta y defensa antioxidante”, su mecanismo principal para enfrentar el estrés ambiental, y en tercer lugar, a nivel molecular, con el estudio de determinados genes y proteínas asociadas al estrés oxidativo.

Los resultados indicaron que “desde el punto de vista fisiológico y metabólico no se vieron diferencias importantes entre los dos grupos de algas”, mientras que a nivel de expresión de genes, se encontró un mayor estrés, lo que significa que es probable que cambien parcialmente su distribución.

“Se han hecho estudios que concluyen que muchas especies se podrían extinguir en futuros escenarios de cambio climático. En el caso de las macroalgas lo más probable es que no, que subsistan. No obstante, podrían cambiar un poco su distribución”, sostiene Sáez.

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